¿Qué es un azulejo rectificado?

Los azulejos rectificados se someten a un tratamiento mecánico especial para aserrar y pulir sus cantos, consiguiendo bordes completamente rectos. Esto no afecta al espesor de las baldosas ni a su rendimiento, sino que mejora la estética y compacta su colocación, reduciendo al mínimo las juntas y evitando la acumulación de suciedad.

Ejemplo de suelo porcelánico rectificado imitación mármol

Vídeo: Azulejos rectificados en acción

Observa en este vídeo un ejemplo práctico de azulejos rectificados y conoce sus ventajas visuales y de mantenimiento:

¿Cuándo decimos que una baldosa es rectificada?

Decimos que una baldosa es rectificada cuando, tras su cocción en el horno, se aserran y pulen sus bordes para lograr líneas perfectamente rectas, lo que permite una colocación más compacta. Gracias a ello, las juntas son muy mínimas, dificultando la entrada de suciedad y mejorando la apariencia final.

Azulejo porcelánico imitación cemento rectificado

¿Cuándo utilizar azulejos rectificados?

El uso de azulejos rectificados suele estar motivado por dos razones principales:

  • Baldosas de gran formato: Se desea utilizar piezas de mayor tamaño, donde la precisión de los bordes es aún más importante para un resultado estético uniforme.
  • Mínimas juntas y fácil limpieza: Al reducir el espacio entre baldosas, se obtiene un suelo más limpio y visualmente continuo. Si la lechada es de un color similar al azulejo, el efecto es aún más uniforme.
Suelo porcelánico rectificado imitación madera

Ventajas de usar baldosas rectificadas

Emplear baldosas rectificadas aporta los siguientes beneficios a tu proyecto:

  • Acabado más uniforme: Al reducir o casi eliminar las juntas, el suelo aparenta ser una superficie continua y elegante.
  • Fácil de limpiar: Menos juntas equivale a menos acumulación de suciedad, simplificando la limpieza diaria.
  • Mayor durabilidad con porcelánico: Si optas por un suelo porcelánico rectificado, sumas la resistencia propia del porcelánico con la estética impecable del rectificado.

Así, al igual que otros tipos de pavimento, un azulejo porcelánico puede ser rectificado para perfeccionar su acabado, mejorando la uniformidad del suelo.