Cómo limpiar las juntas de los azulejos: guía completa

Se recomienda un mantenimiento ligero semanal o quincenal (con bicarbonato y vinagre) en zonas húmedas como la ducha, y una limpieza profunda antimoho cada 2-3 meses o cuando aparezcan las primeras manchas.

NO, NUNCA. La mezcla de lejía (hipoclorito de sodio) con un ácido como el vinagre libera gas de cloro, que es altamente tóxico y peligroso para las vías respiratorias. Limpia siempre con un solo producto y aclara bien antes de usar otro.

Un limpiador a vapor es excelente para desincrustar la suciedad y el biofilm donde crece el moho, pero no siempre elimina las esporas más profundas. Es más eficaz como pre-tratamiento para luego aplicar un fungicida como la lejía o el percarbonato.

El bicarbonato de sodio es un abrasivo muy suave y, por lo general, seguro para la mayoría de azulejos cerámicos y porcelánicos. Sin embargo, en azulejos muy delicados o con acabados especiales (como los pulidos de alto brillo), siempre es prudente hacer una prueba en una esquina poco visible.

Detén la limpieza inmediatamente. Si la junta se desmorona, significa que el material ha perdido su integridad. Insistir con productos químicos y cepillado solo empeorará el problema. La única solución correcta es rascar y retirar la junta vieja para aplicar un rejunte nuevo.